¿Quién dijo que el futsal no tiene cabida en el fin del mundo? Desde Punta Arenas, Joaquín Ruiz Gómez está liderando una cruzada deportiva que mezcla nostalgia, gestión moderna y mucho corazón. Con apenas algunos meses en marcha, el proyecto Punta Arenas Futsal está dando que hablar y, lo más importante, está volviendo a enamorar a una hinchada que creía haberlo visto todo.
Situación actual del futsal
“Este es un proyecto que lo han tomado varias personas”, cuenta Joaquín. Durante años, el futsal regional vivió altibajos, entre tropiezos administrativos y pausas indefinidas. Pero mientras estudiaba gestión deportiva en el extranjero, Joaquín seguía de cerca lo que ocurría en su tierra natal. Fue entonces que, ya de vuelta en Magallanes, decidió tomar las riendas del equipo: “Mi idea era ayudarlos con temas comerciales, pero terminé como director general”.
¿Su misión? Reordenar, profesionalizar y revivir desde cero (bueno, casi) la estructura organizacional de un club que alguna vez ilusionó a toda una comunidad.
¿Su modelo de gestión?
Lo que para algunos es fútbol, para Joaquín es estrategia. Y su apuesta es clara: el trabajo colaborativo. “Si todos tenemos un objetivo común, el producto final puede superar cualquier expectativa”. Y así lo han hecho, activando redes, sumando voluntades y adaptando herramientas que normalmente se usan en clubes profesionales de otras ligas.
¿Se consideran un equipo profesional?
Con los pies en la tierra, Joaquín reconoce que aún no. “Estamos en vías todavía”, dice. “Hoy en día, cuando alguien pregunta si esto da para vivir, si se puede sacar un sueldo… la respuesta sigue siendo no. Y ahí muchos lo ven como hobby”. Sin embargo, no se trata solo de lo económico. En sus palabras: “Esto va más allá. Es amor por el deporte y por lo que representa este proyecto”.
¿Experiencias con empresas regionales?
La respuesta del mundo privado ha sido variada, pero el interés está. “Siempre está la apertura a escucharte”, comenta. Aunque admite que falta pulir el enfoque comercial: métricas, propuestas de valor, impacto comunitario. “Todavía no estamos al 100%, pero estamos vivos, y eso las empresas lo empiezan a notar”.
Experiencia con el organismo público
Sobre el Estado, la evaluación es positiva. “El IND siempre abre las puertas”, afirma Joaquín. Aunque el pasado del club no fue fácil, la nueva administración ha sabido ganarse la confianza institucional: “Nunca esperé que nos ayudaran de inmediato. Estamos reconstruyendo, y las puertas se han ido abriendo de a poco”.
Relación con la hinchada puntarenense
La magia del futsal está viva en las redes y en las calles. “Ha sido una locura”, confiesa entre risas. “Uno sube algo y la gente se vuelca a comentar, preguntar, participar”. Camisetas, poleras de entrenamiento, todo genera conversación. ¿El secreto? La mezcla perfecta entre deporte y pertenencia: “El futsal y los colores de la región”.
¿Se vienen los productos de Punta Arenas Futsal?
¡Sí, y no serán los típicos! Desde puzzles hasta peluches y llaveros fuera de lo convencional, el club está explorando opciones innovadoras para expandir su marca. “Queremos que nuestros productos sean distintos, que tengan identidad. Santiago ya tiene lo suyo, ahora es nuestro turno”.
¿Es posible el fútbol profesional en Magallanes?
“¿Por qué no?”, lanza Joaquín. Aunque admite que aún no cuentan con los recursos para dar ese salto solos, la esperanza está en la unión: “Ojalá algún grupo externo se sume, lo profesionalice. La comunidad lo pide y nosotros creemos que es posible”.
Un mensaje para los fans del equipo
“Que nos apoyen, que nos sigan, que nos miren. Somos un grupo joven, que hace esto por amor al arte. Buscando el profesionalismo, sí, pero sin perder nunca el cariño por este deporte”. Joaquín sabe que no hay receta mágica, pero tiene clara una cosa: si el futsal vuelve a brillar en Punta Arenas, será gracias al apoyo incondicional de una comunidad que no deja de soñar.
