Por Redacción Puqblicity
Lo que pasó en Chile, según el aclamado periodista Tomás Mosciatti, es una excepcionalidad mundial y nada más cerca de una verdad que pone nerviosos a muchos.
Si bien la candidata Jeannette Jara vapuleó a sus contrincantes en las primarias presidenciales de Unidad por Chile, este resultado podría explicarse por la bajísima concurrencia a una millonaria elección pagada con la platita de todos nosotros. Para que se haga una idea: en la primaria votaron 1.490.000 personas, equivalentes a cerca del 9% del padrón electoral, con un costo aproximado de 7.500 millones de pesos, considerando la logística, personal electoral y publicidad estatal.
Es de amplio conocimiento que los militantes del Partido Comunista son organizados y avezados, lo que podría haber generado este abultado resultado. El socialismo democrático, casi inexistente y sin líderes claros, no se pronunció, y los frenteamplistas posiblemente se quedaron en casa, vencidos por la caña o la indiferencia.
Una derecha confiada (¿o confiada de más?)
Mientras los más optimistas del sector dicen que este es el mejor escenario para la fachosfera, los más entendidos advierten que podríamos estar ante un segundo Boric: un candidato que no marcaba en ninguna encuesta y que terminó siendo el inquilino principal de La Moneda.
Países comunistas en el mundo
Porque si vamos a hablar de comunismo, hablemos con propiedad. A continuación, un recordatorio de los cinco países oficialmente declarados comunistas que todavía despiertan con el rojo amanecer:
País | Partido Comunista Gobernante | Establecido desde |
China | Partido Comunista de China | 1949 |
Vietnam | Partido Comunista de Vietnam | 1945 (Norte), 1976 unificado |
Cuba | Partido Comunista de Cuba | 1965 |
Laos | Partido Revolucionario del Pueblo Lao | 1975 |
Corea del Norte | Partido del Trabajo de Corea | 1948 |
El más “nuevito” en llegar al poder fue Laos, hace apenas 50 años, y el más veterano es Vietnam, que lleva más de 80 años ondeando la bandera roja.
Si de ejemplos “maravillosos” hablamos, también están Nicaragua o la Venezuela de Maduro, que no se declaran comunistas ni siquiera socialistas, pero que –seamos honestos– si no lo son, yo soy primo de Mao Tse Tung.
Jara y su descomunización exprés
De manera repentina, a la candidata se le olvidaron décadas de militancia y, ahora, no es tan comunista. En cada entrevista que le han hecho ha esquivado preguntas como a qué país comunista apunta para el futuro de Chile, su distancia con personeros emblemáticos del marxismo chilensis como Daniel Jadue, o su declaración de que Cuba es “una democracia diferente”.
Por si fuera poco, en los pasillos de la política circulan rumores de que podría renunciar al Partido Comunista en un futuro no tan lejano.
¿Cómo vota el chileno?
La idea lógica sería que la ciudadanía vote por quien tenga el mejor currículum: años de experiencia en el sector público y privado, ser un ciudadano ejemplar, haber trabajado con dineros propios y también administrado recursos públicos. Porque, no se olvide, un país es como una empresa que hay que gestionar día a día para que no se hunda.
Pero, al parecer, en Chile estamos priorizando el carisma y esa cercanía con el nunca bien entendido concepto de “pueblo”. Y eso, más temprano que tarde, nos puede traer consecuencias.
Casos parecidos al chileno
No somos los únicos que hemos experimentado una victoria comunista. Aquí algunos ejemplos donde grandes potencias (en sentido figurado) se inclinaron por las ideas de Carlitos Marx:
País | Año Clave | Descripción breve |
India | 1957 | Primer gobierno comunista democrático en Kerala |
Nepal | 2008 | Partido Comunista ganó elecciones y formó gobierno |
Moldavia | 2001 | Comunistas gobernaron por sufragio directo |
Chipre | 2008 | Primer presidente comunista en un país de la UE |
Portugal | 1975 | PCP en gobiernos de coalición y municipios |
Francia | 1945 | PCF primera fuerza electoral tras la Segunda Guerra |
Chile | 2025 | Primaria presidencial ganada por una comunista |
En Puqblicity, seguiremos mirando este proceso con la lupa puesta en la historia y el presente. Porque si algo nos enseñan estas experiencias es que las ideas pueden cambiar, pero los votos cuentan igual.